Querido amigo en Cristo:
¡Bienvenido a la Iglesia de la Encarnación! El nombre de nuestra parroquia es muy importante para identificar de qué se trata nuestra comunidad cristiana. El misterio de la Encarnación nos revela que el Dios vivo se hizo plenamente humano sin renunciar a su naturaleza divina. Desde entonces, toda la humanidad nunca será la misma; Dios se ha unido orgánicamente con la raza humana.
Por lo tanto, todo lo humano es santo, y lo celebramos aquí en esta comunidad cristiana. Consagramos nuestra lengua al Señor orando y cantando con entusiasmo, usando nuestros cuerpos humanos como instrumentos para Su gloria. Nos encanta reír y estar juntos con buen humor y compañerismo cristiano. Nos involucramos plenamente en estar presentes ante Dios y los demás en nuestra humanidad. Valoramos y honramos a Cristo presente en los seres humanos que están necesitados, ya sea material o espiritualmente, al buscar con compasión satisfacer sus necesidades. ¡Nos complace que haya elegido participar en esta santa aventura humana con nosotros!
Como somos humanos, coexiste en cada uno de nosotros tanto un ego egoísta y avaro como la belleza del Cristo que mora en nosotros. Le invitamos a que tenga paciencia con nosotros cuando aparezcan las manifestaciones del “viejo yo”. Estamos todos juntos tratando de disponernos para la acción divinizadora de Cristo en nosotros. ¡Recordemos ayudarnos unos a otros y no ser un obstáculo para los demás en ese glorioso proceso!
De nuevo, ¡bienvenido! Todos esperamos conocerte y hacernos amigos en Cristo.
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Llame a la Oficina Parroquial al (434) 973-4381 para hacernos cualquier pregunta. ¡Para eso estamos aquí!